Cristina Fernández de Kirchner condenada a seis años de cárcel e inhabilitación perpetua por corrupción
La ex presidenta de Argentina Cristina Fernández de Kirchner ha sido condenada a seis años de cárcel e inhabilitación perpetua para ocupar cargos públicos por fraude y corrupción mientras fue la líder del Gobierno entre 2007 y 2015. El juez la ha declarado culpable de «administración fraudulenta» en perjuicio del Estado.
El Ministerio Público estimó en 5.231 millones de pesos (más de 39 millones de euros) la cantidad defrauda por una red que salpica también al difunto marido de la vicepresidenta, Néstor Kirchner, y a ex funcionarios como el exministro Julio de Vido.
El fiscal argentino Diego Luciani expuso el pasado mes de agosto, en una durísima alocución, la colección de cargos de los que se acusaba a la ex presidenta de ser la «jefa y máxima responsable» por su cargo de una trama de corrupción. En total, Fernández de Kirchner ha sido acusada por robar hasta 1.000 millones de dólares. Durante su etapa como máxima dirigente del gobierno argentino, su patrimonio se disparó un 1.000%, mientras que la pobreza aumentaba un 30%.
Con todo, Cristina Fernández nunca ha mostrado la más mínima sombra de arrepentimiento, al contraro: «Si volviera a nacer 20 veces, 20 veces haría lo mismo», espetó tras conocer la petición de penas del fiscal.
Por otro lado, ha sido absuelta del delito de asociación para delinquir, por lo que la sentencia no ha sido tan amplia como esperaba los fiscales Diego Luciani y Sergio Mola, que habían pedido para ella doce años de cárcel.
Por el momento, Fernández de Kirchner no ingresará en prisión: ahora comienza un largo periplo de apelaciones, por lo que incluso podrá ser candidata el próximo año, a pesar de esta condena por corrupción.
Fernández ha reaccionado acto seguido a la sentencia denunciando ser víctima de un «Estado paralelo» y de «una mafia judicial» y ha remarcado que cuando era presidente de Argentina no tenía ni «manejo de las leyes que son aprobadas» en el Legislativo ni «tampoco administra el presupuesto».
«Como me habrán escuchado durante los alegatos, probé que, de acuerdo a la Constitución, yo no tengo el manejo de la leyes que son aprobadas por diputados y senadores. Dicen que el delito lo cometí a través de la sanción de leyes. Yo no legislo, para eso están los diputados y los senadores», se ha defendido.
«El presidente de la república tampoco administra ni ejecuta el presupuesto», ha enfatizado Fernández, quien ha insistido en una campaña en su contra. «Esta condena estaba ya escrita», ha denunciado.